lunes, 19 de julio de 2010

No puedo darte soluciones para todos los problemas de la vida, ni tengo respuestas para tus dudas o temores, pero puedo escucharte y buscarlas junto a ti.
No puedo cambiar tu pasado ni tu futuro.
Pero cuando me necesites, estaré allí.
No puedo evitar que tropieces.
Solamente puedo ofrecerte mi mano para que te sujetes y no caigas.
Tus alegrías, tu triunfo y tus éxitos no son míos.
Pero disfruto sinceramente cuando te veo feliz.
No juzgo las decisiones que tomas en la vida.
Me limito a apoyarte, a estimularte y a ayudarte si me lo pides.
No puedo impedir que te alejes de mí.
Pero si puedo desearte lo mejor y esperar a que vuelvas.
No puedo evitar tus sufrimientos cuando alguna pena te parte el corazón, pero puedo llorar contigo y recoger los pedazos para armarlo de nuevo.
No puedo decirte quién eres ni quién deberías ser.
Solamente puedo quererte como eres y ser tu amigo.
En estos días me puse a recordar a mis amistades más preciosas.
Soy una persona feliz: tengo más amigos de lo que imaginaba.
Eso es lo que ellos me dicen, me lo demuestran.
Es lo que siento por todos ustedes.
Veo el brillo en sus ojos, la sonrisa espontánea
y la alegría que sienten al verme.
Y yo también siento paz y alegría cuando los veo
y cuando hablamos, sea en la alegría o sea en la serenidad, en estos días pensé en mis amigos y amigas
y, entre ellos, estan ustedes..
No estan arriba, ni abajo ni en medio.
No encabezan ni concluyen la lista.
No son el número uno ni el número final.
Lo que sé es que se destacan por alguna cualidad
que transmiten y con la cual desde hace tiempo
me alegran la vida.
Entonces entendí que realmente somos amigos.
Y le agradezco a Dios que me haya dado la oportunidad
de tener unos amigos como ustedes.
Ustedes le han dado valor a mi vida…
Y por eso y muchas cosas mas les quiero desear un
feliz día
A m i g o s

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