lunes, 16 de agosto de 2010

· Todo se va. Nada permanece siempre. Y sino mira las nubes del cielo, ¿ves? aquella que está ahí, sobre ese cielo celeste intenso, luego se marchará. Quizás lo sustituya un cielo gris. Quizás simplemente, quede el día despejado.
Pero con el tiempo he aprendido que no hay que retener las cosas con las uñas de los dedos... si se tiene que marchar, simplemente se dice adiós. Y duele sí. Y quizás mires al cielo durante mucho tiempo esperando volver a ver esa maldita nube... que nunca vuelve. Y ya sabes que no volverá.
Y aun así, aunque haya pasado el tiempo, aunque ya no duela... a veces miro al cielo esperando encontrarla.

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