lunes, 2 de agosto de 2010

A veces la palabra justa es esa que calla. A veces no hay palabras. A veces las palabras se escuchan
sin que sean dichas.

A veces callamos para evitar más dolor, y en silencio aparecen las palabras que tanto necesitábamos.
Un silencio, una palabra sencilla o un monólogo irritante. Todo habla, todo dice

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